HUESCA.- Flores de diferentes especies y colores protagonizan la última exposición de Luis Toro, que ha titulado "Ofrenda" una colección de pinturas en la que experimenta con formatos y medidas poco habituales. La luz y el color toman especial protagonismo en unas obras realizadas en técnica mixta sobre papel que pueden contemplarse hasta mediados de diciembre en la Galería S"Art de Huesca.
El título de la muestra ofrece varias pistas sobre ella. Alude por un lado a la finalidad que muchas veces se da a las flores, y a la vez es una "ofrenda" del artista al espectador que contempla las obras. En esta ocasión el artista ha querido explorar con nuevos formatos para su pintura, una idea que tiene en mente desde hace unos años en la que piensa seguir trabajando en el futuro.
La efe del título se ha sustituido por la letra griega f (fi). Se trata de un valor irracional con un valor aproximado de 1,61803 que también se conoce como número áureo matemático. Esta cifra tiene gran importancia, ya que marca la relación que mantienen los lados de las distintas piezas y también la proporción interior con la que se han trazado algunas de las figuras de los cuadros.
Dentro de la muestra, existen obras de diferentes formatos y tamaños. Ejemplo de la experimentación del artista es una estrella de grandes dimensiones llena de flores que se halla al principio de la exposición. Ni ésta ni el resto de las piezas tienen por el momento un marco al uso, pero el autor ha creado para ellas presentaciones originales y diferentes.
Algunas de las "ofrendas" florales se componen de varias piezas presentadas a modo de mosaico. Son "cometas" y "dardos" que entre sí mantienen la armonía basada en el número "fi" y componen una unidad fragmentada de flores como amapolas, claveles o pensamientos. Se trata de una decena de composiciones que el autor ha apoyado en un papel blanco sobre el que ha dibujado un abanico, en ocasiones de frente, y en otras en diferentes perspectivas. Este imaginativo sistema cumple la doble función de servir de marco a la obra, al mismo tiempo que el abanico ofrece un efecto metafórico de dispersión y aporta "aire" y movimiento figurado a las flores.
Otras piezas tienen un formato más convencional, aunque no faltan las que presentan formas muy rectangulares y alargadas. En este caso Toro ha elegido un tamaño medio, más reducido que en otras exposiciones. Finalmente existen otras obras de formato mayor, como algún cuadrado de metro y medio de lado que contiene una sola rosa, y otros más alargados. "Sin ser cuadros diminutos, me he contenido bastante en los tamaños respecto a otras exposiciones en las que he empleado formatos más grandes", apunta el pintor.
En esta muestra la luz y el color adquieren un gran protagonismo, a través de flores en las que se adivina el trazo característico de Luis Toro. Aunque el tema difiere del abordado en colecciones anteriores, el autor no olvida la gran importancia que siempre concede al dibujo. "En la práctica del dibujo, me gusta partir de una estructura muy sólida, en esta ocasión basada en la proporción áurea. Luego hago una deconstrucción que no va sólo en una dirección. Se trata de deconstruir para luego volver a construir, siempre buscando un equilibrio y una armonía", señala.
El germen de la muestra, que puede visitarse hasta mediados de diciembre en la Galería S"Art, es el de cinco obras que Toro realizó hace dos o tres años. Fue sin embargo el verano pasado cuando se lanzó a pintar el resto de las piezas. "Quería cambiar del tradicional formato rectangular a formas irregulares, sin olvidar la armonía", señala. Algunas de estas primeras experimentaciones, con las que el artista piensa continuar, se pudieron ver ya en la muestra que se expuso en Fraga con motivo de la Gala Provincial del Deporte.
La búsqueda de nuevos formatos condiciona a la hora de conseguir los contenidos y la armonía interna del cuadro. Toro es consciente de que, de alguna manera, esto dificulta su trabajo, pero también disfruta "buscando soluciones a los problemas que se plantean". El artista se reconoce satisfecho con el resultado final de "Ofrenda".
La exposición incluye algunas sorpresas y regalos para el espectador, más allá del placer de contemplar los cuadros. Una de ellas es la inclusión de poemas intercalados entre las piezas. "Los ha escrito José Ortiz Cárceles, un escritor que además es amigo", comenta Luis Toro. En algunas ocasiones las composiciones hablan de flores, en otras aluden al propio autor o a emociones y sentimientos. El origen de las composiciones también es variado, ya que algunas están inspiradas directamente en las obras, mientras otras son adaptaciones o piezas ya escritas por el autor, que armonizan bien con la temática de "Ofrenda".
Una última sorpresa es que, además de obsequiar con la visión de las flores pintadas, la sala está decorada con motivos florales naturales. Además, las mujeres que acudan a contemplarlas se podrán llevar como recuerdo una flor natural, merced a la colaboración con la Floristería Canales de Sariñena. 
